martes, septiembre 27, 2005

Comida


Dumpling de carne de cerdo

INGREDIENTES

Relleno
500 grs. carne de cerdo picado (mejor con un poco de grasa)
500 grs. de col napa (un tipo de col asiática, aunque se puede usar col de lombarda)
1 cucharada grande de jengibre fresco rallado
3 cebolletas picadas
60 ml salsa de soja
15 ml jerez seco
10 ml aceite de sésamo tostado (chino)
1 cucharada pequeña de sal
Una pizca de pimienta molida

Pasta
350 de harina
1 cucharada pequeña de sal
225 ml agua

MODO DE PREPARACIÓN

Poner la carne picada en un bol con las cebolletas. Escaldar la col un momento. Quitar y escurrir, cortar en trocitos. Añadir a la carne con los demás ingredientes.

Hacer una pasta y amasarla hasta quedar muy lisa. Dividir en 50 trozos. Aplastar en círculos de 3 pulgadas
Para hacer los bolitos: Poner una cucharada de relleno en medio de la pasta. Doblar y cerrar las superficies bien, con un poco de agua. Hacer un sobre 3-4 pliegues hacia el centro para cerrarlo bien…teniendo cuidado que este bien cerrado…si no se saldrá el relleno al cocinar.

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Porqués

i-Aunque el final de "Oldboy" cruza el límite de lo intenso para convertirse en grotesco por un lado y se busca un razón un tanto inverosímil para justificar lo que ocurre no por ello me deja de parecer una de las mejores películas que he visto últimamente. Como he dicho, es intensa más que extrema, imaginativa, intrigante. Tiene razón Manuel cuando hablando del cine de Park Chan-Wook dice que no es Tarantino, esto duele de verdad. Sus películas están llenas de gente normal, ni buenos ni malos, pero que acaba haciendo mucho daño tarde o temprano.

ii-El "nuevo" cine oriental que tantos buenos (y malos) momentos está dando: "Hana-Bi", las últimas de Zang Yimou, Ang Lee ("Hulk" incluida), esa maravilla freaky llena de poesía llamada "Shaolin Soccer", y las películas de Kim Ki-duk y Takashi Miike que me atraen como la luz del matamoscas eléctrico a los insectos. Cine con ilusión, sorprendente y, en ocasiones, peligroso. Realmente vale la pena.

iii- No se pueden hacer la idea de lo mucho que me ha costado identificar lo que está comiendo Oh Dae-su sentado en la cama.

Desayuno


Tostadas Francesas

INGREDIENTES
Huevos
Sal
Pan en rebanadas
Sirope de pancakes o crepes (chocolate, fresa, caramelo...)
Mantequilla

MODO DE PREPARACIÓN
Derretir un poquito de mantequilla en una sartén.
Batir los huevos y la sal en un tazón hondo y bañar el pan en la mezcla.
Dorarlo en la sarten (repetir proceso segun cantidad de panes)
Servirlo con el sirope.

TIEMPO DE PREPARACION
5 min.

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Últimamente estoy muy pesado con esto, pero repasando lo que hicieron los tres grandes actores de el Actor's Studio en los 70.

-Robert de Niro: "Malas Calles", "Taxi Driver", "El Padrino II" y ya que nos ponemos "El Cazador"

-Al Pacino: "El Padrino", "El Padrino II", "Tarde de perros", "Sérpico" y en los 80 "El Precio del Poder.

Pero

-Dustin Hoffman: "El graduado" (en 1967), "Cowboy de medianoche" (1969), "Perros de Paja", "Papillon", "Lenny", "Todos los hombres del presidente", "Marathon Man", "Kramer Contra Kramer" y en los 80 "Tootsie".

Todas ellas películas excelentes. Además creo que de los tres es el que menos bajo ha caido. No elije proyectos para llenar su cuenta corriente tan descaradamente como de Niro ni tan centrados en su ego como Pacino.

Cuando los productores le presentaron el proyecto de "Kramer Contra Kramer" en el 79 Hoffman intentó torearlos porque se encontraba en una situación parecida a la de el Ted Kramer de la película: un amargo divorcio. Finalmente superó su miedo a interpretarse a sí mismo y aceptó.

Cada año se hacen en Estados Unidos docenas de películas con un planteamiento parecido a "Kramer contra Kramer", pero ninguna llega a emocionar como ésta. La relación de Ted y Billy limitada por dos preciosas escenas de desayuno completamente distintas, la búsqueda desesperada de una trabajo para no perder la custodia del niño y, sobre todo, la escena en el médico cuando le dan puntos a Billy.

Preciosa.

miércoles, septiembre 21, 2005

A mí me parece que está sonriendo.



Últimamente me he fijado que todos los autores interesantes (o por lo menos los que me gustan) tienen en común que siempre llegan a una conclusión hagan lo que hagan. Cada uno la suya, claro. No sé si el sustantivo “conclusión” es la idónea. Tampoco el adverbio “siempre” se ajusta: en Daniel Clowes es un dedo que te saca un ojo y lo sustituye por una gamba; Kurt Vonnegut te reta a que busques tu sentido del humor cuando las bombas incendiarias empiezan a caer; en Chan-wook Park es un cutter que te va a mostrar todo lo que hay dentro quieras o no.

Con Jirô Taniguchi la conclusión es esa sensación que tienes cuando pasas por la casa en la que viviste durante tu infancia. Te recuerdas con la barbilla apoyada en la barandilla de la terraza buscando con los ojos a algún amigo que se hubiese decidido a bajar a jugar pese al pegajoso calor de Julio. Tú y tu mejor amigo bajabais las escaleras de dos en dos, de tres en tres escalones; él incluso era capaz de saltar un tramo de siete. Luego, al cruzar el parque (¿por qué lo llamaban “parque” si hasta hace tres años no tenía columpios?) aún te parece ver al perro lobo del cristalero persiguiendo a los gamberros que lo provocaban; allí mismo jugabas con tus amigos a un alemán.

¿Alguien se acuerda de las reglas del alemán?

“El Olmo del Cáucaso” adapta ocho narraciones del escritor japonés Ryuichiro Utsumi que en el lapiz (y la tinta) de Taniguchi convierte en un prodigio gráfico, algo que por mucho que quiera no puede evitar hacer. Porque Taniguchi consigue como nadie que lo sencillo y lo espectacular habiten en el mismo espacio. En las caras de sus personajes, enmarcadas en la línea más sosegada del manga, desprenden tanta vida como esos árboles dibujados hasta el mínimo detalle.

La nostalgia, el recuerdo… la vida en apenas dos ojos.

Como le dice su suegra a Noemí en el último relato:

Qué cosa tan bonita has hecho.
Enhorabuena.


domingo, septiembre 11, 2005

...trepidante

(o al Cesar lo que es del Cesar)
Del reciente revival zombie que ha sufrido el cine de terror actual hay tres películas que superan la mera anécdota en que se suelen quedar los productos de las modas: "28 días después", "Shaun of the dead" (o "Zombies party") y "El Amanecer de los Muertos". La primera de ellas todo un ejercicio de terror al más puro estilo del cine inglés de calidad a ritmo (por si fuera poco) de Godspeed you! black emperor en la banda sonora: la película por la que Danny Boyle puede morir tranquilo; la segunda un homenaje claro y clásico al género con corazón de comedia romántica (inglesa también): divertida, inteligente, increíblemente bien escrita y dirigida. Finalmente el remake de lo que aquí se llamó "Zombie", "El Amanecer de los Muertos" supera a la original no sólo en efectos especiales y escenas de acción, sino que también construye unos personajes sólidos de esos que cuesta encontrar en el terror americano actual. Ah, además tiene a Johnny Cash en los títulos de crédito.
¿Es aprovechar la coyuntura que el padre de la(s) criatura(s) saque la cuarta parte de su saga zombie? Sin duda, pero después de ver "La Tierra de los Muertos Vivientes" uno se alegra de ello porque la última película de George A. Romero continúa (¿o termina?) de una forma lógica que lo que él mismo empezó. El mundo está infectado de muertos vivientes, pero los "supervivientes" a la plaga intentan hacer su vida. Y lo que es más: los zombies también. Es aquí donde estriba la maestría de Romero, no se limita a plantear un grupo de héroes vivos, sino que también crea un grupo de héroes muertos, traicionándole el cariño que tiene por estas adorables criaturas caníbales. Aparte del bonito matiz la película tiene una estructura bien construida, secuencias de acción intensas y escenas gore marca de la casa (que arrancaron aplausos en la sala donde la vimos Ricardo y yo). El reparto es perfecto para una de Romero: Asia Argento, Simon Baker, John Legizamo y Dennis Hopper, todo un muerto viviente de Hollywood.

En fin... Digamos que no es tan buena como "El Amanecer de los Muertos", pero es un alivio que algunos maestros no pierdan el toque (no se puede decir lo mismo de Scorsese o Lucas). También es un alivio que Romero salga de su tumba de vez en cuando (no hacía nada desde la estupenda "La mitad oscura" de 1993): el IMDb me chiva que tiene tres películas escritas en producción, una de ellas ("Diamond Dead") dirigida por él mismo con una pinta más que apetitosa.
Ya sólo queda esperar a éstas y al remake de "El Día de los Muertos" programado para el 2006 y que tenga el mismo equipo que "El Amanecer de los Muertos".

martes, septiembre 06, 2005

Fuck Superheroes

(o el Manifiesto del Viejo Bastardo)


El número 7 de Powers cuenta con un invitado muy especial: Warren Ellis, en el que aparece como personaje no como escritor. Bueno, mejor dicho, aparece como un escritor que hace investigación para uno de sus cómics. Bueno, volvamos al principio: aparece como Warren Ellis; un tipo bocazas y entrometido. "Que les jodan a los superhéroes, francamente" dice el Ellis de tebeo es un monólogo de 5 páginas, quejándose por un lado del anquilosamiento de género y de su exagerada difusión por otro. Ellis simplemente se ciñe al Manifiesto que redactó años atrás en el que ponía en entredicho los viejos vicios de la industria.

El escritor inglés a través de los años se ha hecho un hueco en el cómic comercial, tanto que ahora mismo se permite el lujo de hacer lo que le da la gana. Y lo que más le gusta a Ellis es meterle el dedo en el ojo a la gente. Al igual que el protagonista de "Braindead", Ellis ha sido tragado por el enorme monstruo en que se ha convertido el Cómic de Superhéroes (la madre) y, al igual que el protagonista de "Braindead" pues...


"Transmetropolitan" (con dibujos de Darick Robertson) es un cómic de ciencia ficción. O mejor dicho una sátira de política-ciencia-ficción con ordenadores drogadictos y gatos fumadores. El protagonista es Spider Jerusalem, una especie de Hunter S. Thompson tautuado pasado de vueltas (?). Aunque uno tiende a pensar que como todos los personajes que escribe es seguramente el propio Ellis con la cabeza rapada y la firme intención de sacar a la luz toda la mierda que esconde el corrupto sistema político americano. Sacar la mierda literalmente.

Se suele decir que hay un antes y un después es el cómic de superhéroes con "The Authority" (con Brian Hitch y Paul Neary). Ya se había hecho un tratamiento serio o realista de los tipos de las mallas anteriormente en ("Watchmen", "El regreso del señor de la noche") pero casi siempre se trataba de una novela gráfica. "The Authority" se plantea como una serie regular, aunque Ellis fiel a sus principios haga una historia de 12 números y abandone la serie en manos de Mark Millar (mucho más que un sustituto, como se vería más tarde). Con Ellis se cierra definitivamente eso de que un tipo que se dedica a salvar el mundo tenga que ser necesariamente estúpido; se trata la homosexualidad de una forma completamente normal (es decir, no se trata la homosexualidad) y se regresa a cierta espectacularidad perdida. "The Authority" es el referente del nuevo cómic comercial americano.

De todas formas, pese a la popularidad de la que goza "Transmetropolitan" (gracias a su carismático protagonista) creo que es "Planetary" la serie en la que Mr. Ellis se siente más a gusto y donde sin duda hará su mejor trabajo (sin es que no lo está haciendo ya). Concebido como un ejercicio de arqueología en el "arte popular", los miembros de "Planetary" bucea de profundamente en todo el freakismo de los dos últimos siglos: novelas pulp, superhéroes, películas de monstruos japonesas, ciencia ficción de los 50, cine de Hong Kong, el nuevo cine de acción americano, la invasión británica en los cómics americanos, novela victoriana... Todo cabe en "Planetary", todo pasa en "Planetary". Aparentemente se trata de una serie de historias cortas independientes, pero eso es una más de las mentiras que pueblan el título ya que poco a poco surge una trama central que cose todas esos relatos. Por si fuera poco este planteamiento Ellis cuenta como compañero con John Cassaday, del que decir que es un dibujante espectacular es quedarse muy corto.

Aparte de todo esto Warren Ellis ha desarrollado una hiperactividad parecida a la de otros barbudos (Will Oldham, Aphex Twin, Alan Moore...) que es muy de agradecer. Hace miniseries como otros hacen churros y en el peor de los casos son interesantes; tuvo un breve paso por "Hellblazer" que se saldó con su renuncia al prohibir DC la publicación de el número 141 del la serie de John Constantine, el célebre "Shoot", y actualmente escribe "Ultimate Fantastic Four" para la Casa de las Ideas.

No se puede decir que el bastardo pierda el tiempo.

lunes, septiembre 05, 2005

Now I have a machine gun. Ho ho ho.

(o el arte de caminar sobre cristales rotos)





John McClane paseando por la moqueta, descalzo...

Aprieta los dedos de los pies una y otra vez.

"No te jode", dice
.

McClane se esconde. Esos terroristas esperan que asome la cabeza para volársela.


Para una vez que viene a Los Ángeles a ver a su mujer se ve en medio de un lío de la ostia y ni siquiera tiene unos zapatos que ponerse.

Alguien dice algo en alemán.

"¡Dispara a los cristales!"


(antes)

Karl observa la escena en silencio.

Su hermano yace muerto en la escalera, con el cuello roto.

"McClane"

Hay algo pintarrajeado en la camiseta de su hermano:

"Ahora tengo una metralleta. Jo, jo, jo"

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