Sinsal _Estación Primavera
Nos fuimos a Vigo y en Vigo hacía un sol de carallo. Menos mal que estaba el fantástico cartel del SINSAL# 4 con tres grupos llegados de tierras nórdicas, el aire acondicionado del salón de actos del MARCO y la gente de allí, que son más majos que las (antiguas) pesetas.
Pan Sonic (aunque yo prefiero seguir llamándoles "Panasonic", que a mí no me va a meter un pleito ninguna empresa japonesa) eran las estrellas del cartel. Virtuosos del ruido como pocos, su concierto daba hasta miedo al principio. Siguiendo el sonido de su último disco, el masivo "Kesto (234:48:4)" Pan Sonic sonaron ásperos, pero épicos (con perdón). Apoyados por unos visuales dinámicos, los finlandeses demostraron que la música es ruido y nadie hace ruido como ellos.
No conocía Salvatore, lo cual hacía el concierto aún más interesante. Vale, los enmarcamos en el post-rock más influido por el rock progresivo y el krautrock de los 70. Pero, a diferencia con otros grupos postrockeros (cada vez que digo en voz alta la palabra "postrock" muere un pajarito en algún lado, estoy seguro, ¡no puede ser bueno!) que aburren a una vaca, Salvatore tenía una base rítmica impresionante, muy cercanos a Can y Neu! (por no hablar del breve homenaje a Faust que sonó), con lo cual aquello fue de todo menos aburrido. Y es que el sonido kraut en la música actual es como Alfred Hitchcock en el cine de suspense: ineludible. Salvatore se me asemejan a unos Tortoise menos matemáticos, lo que se comprobó en un concierto inolvidable.
El día anterior una de las chicas de Midaircondo me preguntaba que si las tiendas españolas cerraban a las dos debido a la siesta. Ahora se me ocurre que yo tendría que haberle preguntado si todos los suecos juegan al ajedrez con la muerte o, mejor aún, si sabía quién era Alfredo Landa. Simpáticas y pizpiretas, estaban deseosas por ir a la playa y comprarse unos zapatos de segunda mano. Yo no estaba preparado para el concierto que dieron el sábado. Armadas con flauta, saxofón y tres samplers en el que grababan en directo sus instrumentos y sus propias voces (con las que hacían ritmos y atmósferas) las tres suecas mostraron un espectáculo que dejó a todos con la boca abierta. ¿Cómo vamos echar la siesta así?